¿Qué es la comida real?
La comida real, o el real food, es un anglicismo que hace referencia a todos los alimentos que son buenos, naturales, de calidad, sin aditivos y que no han pasado por procesos de elaboración artificial. En términos generales, se puede asociar el término real food con conceptos como lo natural, lo saludable, lo bueno y de calidad. Hablar de comida real es hablar de materias primas de calidad, de procesos de elaboración naturales y de productos sin aditivos ni otros componentes artificiales. Sin embargo, el realfooding es más que un término para referirnos a productos buenos y naturales: es un movimiento, un estilo de vida.
Los orígenes del realfooding
La decisión de optar por comida de calidad y lo más natural posible no es nueva, como tampoco lo es el conocimiento de que los alimentos ultraprocesados, con aditivos, colorantes y conservantes no son buenos para nuestra salud. Podríamos decir que siempre ha existido una sensibilidad hacia el producto cultivado de forma natural y de proximidad, pues sus beneficios tanto a nivel de sabor como de salud son incuestionables. No obstante, se puede identificar un aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados y con aditivos durante las últimas décadas, que va acompañada de una generalización del uso de nuevas técnicas químicas para la elaboración de alimentos, el abaratamiento de los alimentos ultraprocesados y la aceleración endémica de la vida. El realfooding es la corriente que quiere combatir esta tendencia perniciosa con la adopción de formas de vida que se fundamenten en una alimentación lo más natural y saludable posible.
Cuando hablamos de realfooding, al tratarse de un anglicismo, podríamos caer en el error de pensar que es un movimiento surgido y practicado únicamente en países anglosajones. La realidad no podría ser más distinta: en España tenemos la figura del nutricionista Carlos Ríos, quién ha implementado el movimiento realfooding en España y ha creado una comunidad sólida en torno a la misma en redes sociales y en la vida real. En su cuenta de Instagram, en la que cuenta con más de un millón y medio de seguidores, promueve una alimentación saludable mediante la difusión de recetas de cocina saludable y otros consejos nutricionales. Ríos no es el único gurú del real food, confirmando que el lifestyle de la comida real es ya una realidad en España.
El verdadero significado de lo “natural”
Hablamos de los alimentos naturales como un aspecto clave para la comida real. ¿A qué nos referimos con esto? La comida natural se define como todos aquellos alimentos que tienen unos ingredientes que corresponden a un alimento no procesado. En otras palabras, para que un alimento sea natural no puede contener ningún ingrediente artificial ni aditivo alimenticio como pueden ser los edulcorantes, conservantes, colorantes o saborizantes. El significado del término natural está regulado en algunos países con el fin de regular el etiquetado de productos alimentarios y evitar un uso incorrecto o falso del término con fines comerciales. Sin embargo, fácilmente podemos identificar lo natural con todos aquellos alimentos que provienen de plantas y animales a los que no se les ha añadido nada durante el procesado.
La importancia de las materias primas
Para que un producto al que no se le añaden ni conservantes, ni colorantes, ni potenciadores químicos del sabor sea bueno, este debe ser necesariamente de muy buena calidad. Es por eso que enfatizamos la importancia de las materias primas en el contexto de la comida real. En VitaSnack ponemos especial atención en la selección de nuestras materias primas para la elaboración de todos nuestros productos. Creemos firmemente que en la calidad de las materias primas se encuentra la clave para la elaboración de un producto final bueno, sabroso y saludable. ¿Y cómo detectar la calidad de las materias primas? La clave está en la elaboración de proximidad. Controlando todo el proceso de cultivo de las materias primas que utilizamos para la elaboración de los productos somos capaces de garantizar que se cumplen los estándares marcados por la certificación orgánica. Esto asegura que los alimentos no contienen químicos, lo que repercute en un sabor y una calidad superior. Por consiguiente, un cultivo orgánico de todas nuestras frutas y hortalizas nos asegura un producto final sin aditivos químicos y que, gracias a su buen sabor original, no requiere de grasas, ni azúcares, ni sales añadidas.
Los procesos de elaboración de alimentos
Las materias primas son el fundamento sobre el cual descansa la elaboración de un alimento rico y saludable, pero no lo son todo. El movimiento realfooding no solamente destaca la necesidad de tener materias primas naturales y de calidad, sino que también menciona los procesos de elaboración de estos alimentos. Para que puedan ser alimentos considerados comida real, estos no pueden ser productos ultraprocesados. La comida ultraprocesada es aquella que se ha elaborado mediante procesos artificiales: son preparaciones industriales comestibles. En el proceso de elaboración de estos productos ultraprocesados se añaden grasas, azúcares, sales y demás aditivos a los alimentos para asegurarse que el producto final no carezca de sabor. Todos estos procesos industriales de elaboración de alimentos no tienen en cuenta el valor nutricional de la comida y priorizan otros aspectos como la apariencia, el sabor o el coste del producto final. Pues, mantener el sabor original y el valor nutricional de los alimentos durante todo el proceso de fabricación de la comida es un reto y una responsabilidad.
La técnica al servicio de las personas
El desarrollo de procesos industriales de elaboración alimentaria no es necesariamente malo para las personas; al contrario, nos ayuda a poder experimentar con nuestras materias primas de siempre y darles un giro y disfrutarlas de diferentes formas. Debemos saber conservar lo verdaderamente importante a lo largo del proceso de fabricación de los alimentos, como el valor nutricional, los componentes naturales y el sabor original, y nunca anteponer otras necesidades como podrían ser los costes de producción o las dificultades técnicas. La clave está en tener presente que la industria debe estar siempre al servicio de la sociedad: la innovación tecnológica es siempre una herramienta al servicio del bienestar de las personas y este último nunca debe verse comprometido. Es por eso que en VitaSnack estamos orgullosos de nuestra técnica innovadora y exclusiva de texturización de alimentos, pues creemos que la tecnología nos ayuda a mejorar la calidad de los productos que consumimos potenciando todos sus valores nutricionales y sabores originales.
Nuestra técnica de texturización: un proceso muy realfooder
¿Y por qué estamos seguros cuando afirmamos que nuestro proceso de texturización es 100% comida real? Con nuestra técnica innovadora y exclusiva de texturización TXME® para frutas y hortalizas podemos conseguir unos resultados crujientes y sabrosos que mantienen el valor nutricional y la esencia del producto original. En el proceso de elaboración no usamos ni congeladores ni microondas, lo cual nos garantiza un secado corto y natural que evita que nuestros productos se oxiden o desnaturalicen perdiendo su sabor y propiedades intrínsecas. Porque cuidamos tanto el proceso de elaboración teniendo siempre en mente tanto los valores nutricionales como el sabor, no necesitamos recurrir a aditivos, azúcares, sales o demás potenciadores de sabor para que el resultado sea bueno. Y como hemos visto, el movimiento de la comida real promueve justamente esto: el consumo de alimentos naturales, sin aditivos y sin que hayan sido sometidos a procesos de fabricación artificial.
Los aditivos: nuestros grandes enemigos
Hemos estado mencionando los conservantes y los colorantes, también los azúcares añadidos y las grasas. Podrías ahora estar preguntándote por qué todos estos componentes quieren evitarse a toda costa en el movimiento realfooding. De forma muy breve, podríamos dividir los aditivos en dos grandes categorías: por un lado, aquellos que modifican el sabor, la textura, el olor o la apariencia de un alimento; por el otro lado, los que tienen un efecto en el proceso de elaboración o conservación de los productos. Los colorantes, aromatizantes o saborizantes y edulcorantes son aditivos que consiguen que la comida sepa o huela de un modo determinado, mientras que los conservantes, los antioxidantes y emulsionantes ayudan a que ciertos alimentos mezclen mejor con otros o duren más tiempo. Sobra decir que todos ellos se tratan de sustancias que no poseen ningún valor nutricional propio y que consumidas en exceso pueden producir problemas de salud. Así, conseguir un producto natural y con valor nutricional sin recurrir al uso de aditivos pasa a ser una opción para convertirse en una necesidad.
Los aditivos ponen en jaque nuestra salud
Varios estudios científicos han demostrado la correspondencia entre el consumo habitual de productos con aditivos y efectos negativos en nuestra salud. Consumir productos con aditivos conlleva una larga lista de riesgos para la salud tanto de los adultos como de los más pequeños. Este es, por ejemplo, el caso de algunos colorantes sintéticos que pueden provocar TDAH en los niños o incrementar el riesgo de padecer tiroides o anemia en adultos. O el ya más conocido efecto de los conservantes en bollería y repostería, todos ellos alimentos prohibidos para las personas que sufren de colesterol. La lista de efectos adversos de los aditivos para la salud es muy extensa, y te animamos a consultar algunos de los estudios científicos que están realizando todo este trabajo. Finalmente, hay algunos aditivos del grupo de los espesantes que no producen efectos negativos per se, pero hacen que disminuya la asimilación de algunos nutrientes naturales del producto. A fin de cuentas, el resultado es igualmente negativo, pues ¿qué sentido tiene ingerir un alimento que, debido a que contiene aditivos, tampoco te aporta una ingesta de nutrientes positiva?
¿Son los alimentos procesados comida real?
Es necesario establecer aquí la diferencia entre dos tipos de alimentos que han pasado por un proceso de elaboración antes de ser consumidos: aquellos con un procesado bueno y natural y aquellos que más comúnmente denominamos ultraprocesados. La bollería industrial, las pizzas, la carne o el pescado procesados son todo ejemplos de alimentos ultraprocesados que podemos encontrar en el supermercado. Todos ellos suelen contener aditivos alimenticios y también materias primas refinadas como puede ser la sal, los azúcares, la harina o los aceites vegetales. En cambio, alimentos como los quesos elaborados artesanalmente, las conservas de pescado naturales, las legumbres o las hortalizas congeladas son ejemplos de productos que han sido procesados pero que, gracias a que no contienen ni aditivos ni refinados, son comida real. Además, la temperatura también juega un papel muy importante en estos procesos de transformación de los alimentos. Puede ocurrir que, si el alimento se ha sometido a altas temperaturas durante el proceso de elaboración, sus valores nutricionales naturales se pierdan, haciendo que el producto se desnaturalice y se convierta así también en un ultraprocesado. Es gracias a los procesos de elaboración naturales y a temperaturas controladas que nuestras frutas y verduras texturizadas son opciones cómodas y saludables de comida real.
Los ultraprocesados no son alimentos
Esta afirmación significa un cambio paradigmático en la forma en que entendemos la alimentación y puede también ser uno de los lemas del movimiento real food. Los ultraprocesados son preparaciones industriales que se pueden comer, pero que no tienen un valor nutricional propio, pues están hechas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Son una mezcla de todos estos derivados sin llegar a contener ningún alimento completo. Es por eso que todos los ultraprocesados contienen largas listas de ingredientes en sus etiquetas, entre las cuales suelen siempre aparecer materias primas refinadas -como el azúcar, la harina, la sal, aceites vegetales o proteínas- y aditivos. Sin embargo, no es únicamente sus listas larguísimas de alimentos lo que los convierte inmediatamente en ultraprocesados: los procesos de elaboración a los que estos productos se han visto sometidos son igualmente denotativos de su calidad. Procesos como la hidrogenación o fritura de los aceites, la hidrólisis de las proteínas o la refinación y extrusión de harinas o cereales son igualmente definitorios de lo que constituye un producto ultraprocesado, un producto que, recordemos ya para siempre, no es un alimento.
En VitaSnack ponemos mucho énfasis en el sabor natural de todos nuestros productos, pues creemos que en el sabor está la clave del éxito de un real food. Si preguntamos rápidamente a la gente qué es lo que más destacaría de un ultraprocesado, podemos fácilmente imaginar que muchos responderían el sabor. Esta respuesta no es solo una sensación: en su gran mayoría, los aditivos que se añaden a los alimentos ultraprocesados son potenciadores del sabor de una forma u otra. Además, los estudios que se han llevado a cabo demuestran que algunos de estos saborizantes pueden llegar a ser adictivos para las personas. En este sentido, la sal o los azúcares añadidos intentan disfrazar el sabor que el alimento ha perdido durante un mal proceso de elaboración, pues no olvidemos que el azúcar y la sal son componentes naturales que se encuentran en las frutas y verduras enteras. Otros saborizantes pueden ser mezclas sintéticas que reproducen artificialmente los sabores que podemos encontrar en los alimentos naturales o saborizantes artificiales, los cuales añaden un sabor al alimento que no podemos identificar con nada que exista en la naturaleza. El movimiento realfooding renuncia deliberadamente a todos estos potenciadores del sabor que se añaden al producto alimenticio y aboga por el respeto del sabor natural de la comida. Es por eso que en VitaSnack cuidamos especialmente el poder mantener el sabor natural y original de nuestras frutas y hortalizas a lo largo de todo el proceso de elaboración de nuestros productos. El objetivo final es que nuestro producto no necesite de ningún aditivo -ni natural, ni sintético, ni artificial- para que el consumidor pueda disfrutar del sabor de la buena fruta o la buena hortaliza.
El real food como base de tu dieta
Los atractivos de la comida real pueden combinarse de forma muy cómoda en tu dieta. Para ello, lo más importante es establecer unas bases sólidas sobre las cuales poder construirla. Que los fundamentos de tu alimentación sean alimentos naturales y sin aditivos impacta directamente en que tu dieta sea saludable. Es por eso que desde VitaSnack recomendamos que construyas tu dieta en torno a unos productos clave, como pueden ser las verduras y los legumbres, la carne y el pescado sin aditivos y la fruta entera. ¿Y a modo de snack? Huye de la bollería industrial, que es el símbolo de los ultraprocesados, y apúntate a la corriente del snack saludable. Nuestros productos de fruta y verdura deshidratada y texturizada te proporcionarán los valores nutricionales que necesitas siempre con un sabor natural y sin aditivos, ni azúcares, ni sal añadida. Es por eso que VitaSnack recomienda una alimentación a base de fruta y verdura, con un consumo moderado de sal, grasas y azúcares, siempre combinado con ejercicio físico. Los real foods te proporcionarán la base de tu dieta alimentaria sobre la cual podrás improvisar, jugar y experimentar. Y recuerda, ¡la comida real, a parte de ser buena y sabrosa, puede también ser muy divertida!
Comer bien nunca ha sido tan fácil
La preparación de platos con comida real no está reñida con la practicidad y la facilidad. Debemos olvidarnos de las ideas preconcebidas que asocian ultraprocesados con rapidez y comodidad y, por simple oposición, la comida real con tiempo, esfuerzo y recursos. Comer bien es también fácil, si sabes dónde encontrar los productos de calidad, con materias primas buenas y elaborados con procesos respetuosos con el alimento y sus valores nutricionales. Podrías preguntarte cómo puedes asegurarte que los alimentos que consumes están libres de aditivos y son ricos en nutrientes: no eres el único, todos debemos estar leyendo continuamente las etiquetas de los productos que compramos. Asegurarnos de que todo lo que ingerimos pase nuestros propios estándares de calidad es clave para comer bien y sano. Y con lo que se refiere a la inspiración para realizar todas estos platos, ahora más que nunca, con todos los recursos accesibles online o en las redes sociales, resulta muy fácil y práctico encontrar nuevas ideas para tus recetas. Cocinar carnes de calidad con acompañamientos saludables o ensaladas de legumbres sabrosas y ricas en proteínas no son necesariamente laboriosas, ni requieren de mucho tiempo para su elaboración. Lo mismo ocurre con los snacks saludables de VitaSnack. La practicidad y la versatilidad son dos de nuestras máximas, y es por eso que ofrecemos productos que sean fáciles de consumir y de transportar. Nuestra recomendación es poder tener siempre snacks a mano para cualquier ocasión, pues son el recurso perfecto para el hambre de media mañana, la merienda saludable de los niños o un aperitivo improvisado con amigos.
El movimiento realfooding es más que una tendencia
Como ya hemos avanzado, el realfooding no hace únicamente referencia a llevar una alimentación sana y equilibrada. La comida real es una forma de vida, una mirada única al mundo que nos rodea y a nuestro papel en él. El fundamento del realfooding es la comida, una dieta natural y saludable, pero sus beneficios se extienden más allá de la alimentación. Es por eso que entender el movimiento realfooding exige un cambio estructural de nuestra forma de entender la alimentación que pasa por recuperar aquella máxima latina del “Mens sana in corpore sano”. Lo que comemos define nuestra salud, nuestro estado físico y emocional, teniendo también un efecto en aspectos de nuestras vidas como pueden ser el trabajo, la salud y la forma de socializar. Modificando la forma que tenemos de relacionarnos con la comida, podemos también cambiar muchos otros aspectos de nuestro día a día. En consecuencia, es por eso que el movimiento realfooding está teniendo un impacto en la sociedad más duradero, pues cambia estructuralmente nuestra forma de entender la alimentación.
La comunidad alrededor de la comida real
Uno de los aspectos fundamentales del movimiento realfooding es la comunidad que se crea a su alrededor. Cuentas de redes sociales como las de Carlos Ríos o Roberto Vidal, con una gran base de seguidores en Instagram, certifican el aspecto social de la comida real. Como todo movimiento, el real food personifica unos valores y permite que nos identifiquemos con ellos. El consumo consciente de alimentos naturales y sin aditivos, el rechazo a los productos ultraprocesados o el reconocimiento de los valores nutricionales de los productos naturales y su efecto positivo en la salud son valores muy potentes con los que todos podemos conectar. El hecho de poder compartir una misma forma de entender la alimentación, la sostenibilidad o el cuidado del cuerpo ayudan a que exista un sentimiento de pertenencia a un colectivo, de sentirse parte de una comunidad que comparte valores y una forma de relacionarse con la comida. En consecuencia, el sentimiento comunitario que pueden inspirar movimientos como el realfooding es muy potente y puede tener un efecto muy positivo en la sociedad.
El movimiento de la comida real no es una moda ni una tendencia pasajera: el realfooding llegó hace tiempo y se quedará con nosotros. Las preguntas interesantes que podemos enunciar aquí corresponden más a de qué forma evolucionará y crecerá el movimiento realfooding y no tanto a si la comida real va a seguir existiendo como movimiento. ¿Dejará de ser un movimiento aislado y se popularizara? ¿Podrá conseguir un cambio estructural en la forma en que la población consume productos ultraprocesados? ¿Favorecerá esto a que haya un cuidado para con el cultivo sostenible de materias primas alimentarias? Parece que cada vez hay más gente que se suma a mantener una dieta saludable, construida a partir de alimentos naturales y que presta atención a lo que consume. Si hay una base sólida de población que quiere consumir alimentos naturales y con procesos de fabricación saludables y respetuosos con la comida, la industria alimentaria no tendrá otra opción que avanzar hacía formas de innovación tecnológica que garanticen todos estos requisitos que hoy exige el movimiento realfooding. Como consecuencia, la comida real dejará de ser una preocupación nicho y pasará a ser parte del mainstream.